Source: (2003) Ponencia presentada al XV Congreso Latinoamericano, VII Iberoamericano y XI Nacional de Derecho Penal y Criminologia.
Argentina, Ciudad de Córdoba, septiembre del año dos mil tres. La realidad nos golpea … No podemos dejar de verla … Al tiempo que escribimos estas lÃneas ciento treinta adolescentes de menos de 17 años, acusados de haber cometido algún ilÃcito penal se encuentran “provisoriamente†alojados en locales policiales, llamados también precintos, a la espera de ser trasladados a un Instituto correccional de menores, los que a su vez encuentran colmada su capacidad de alojamiento. El tiempo de detención en estas sedes policiales se vuelve cada vez más largo -meses-; el deterioro psÃquico y fÃsico de estos niños es cada vez mayor; la necesidad por salir de allà se acrecienta cada momento provocando algunos de éstos motines, los que a su vez generan mayor represión por parte de los uniformados que tratan de acallarlos, como también numerosos intentos de suicidios por parte de otros. El caos crece … Entonces nos preguntamos ¿qué posibilidades de resocialización puede tener un joven dentro de las paredes de estas celdas, hacinado junto a otros que a veces son mayores de edad? El Estado, en los últimos tiempos ha empezado a interiorizarse y a preocuparse por fin de esta situación, prometiendo la creación de nuevos institutos correccionales para “salir de la emergenciaâ€. Y nos volvemos a preguntar ¿Es está la solución adecuada? Una vez más la respuesta de las Agencias de Control Social es la contención, o represión. Otra vez la prevención no aparece como alternativa. Nos surge entonces otra pregunta ¿existe otra opción para estos niños y adolescentes que no sea la pérdida del derecho quizá mas importante del que debe gozar cualquier ser humano, que es el derecho a la libertad? Opción ésta, que contribuya además a su formación como sujeto responsable por a sus actos. Es lo que de alguna manera nos propusimos plantear en el presente trabajo. (extracto del articulo)
Your donation helps Prison Fellowship International repair the harm caused by crime by emphasizing accountability, forgiveness, and making amends for prisoners and those affected by their actions. When victims, offenders, and community members meet to decide how to do that, the results are transformational.
Donate Now